28 de mayo de 2012
Libros digitales gratis
Me gustaría explicar algunas de las razones que me han llevado a poner en descarga gratuita algunos de mis libros.
Pero si quisiera resumir esas razones en una sola sería: porque puedo.
Nunca cedí los derechos digitales de estos libros y no parece que nadie los quiera, ¿por qué no iba a utilizarlos yo?. Podría cobrar un precio por las descargas si quisiera, pero no quiero, porque para mí no es una cuestión de dinero.
Yo quiero que cualquier persona de cualquier parte del mundo, con dinero o sin él, tenga acceso a mis libros. Me resulta un tanto absurdo que, tras todo el trabajo que lleva escribir, ilustrar y publicar un libro, solo unos pocos privilegiados, aquellos con la suerte de vivir en una de las principales ciudades españolas, que haya pisado una de las contadas librerías donde mis libros se distribuyen, que fuera allí durante los tres o cuatro meses de margen antes de que el librero devuelva al distribuidor los libros no vendidos y que en ese momento ese libro no estuviera enterrado en el último cajón de la última estantería, lo haya podido ver. Y con la excepción de algunas bibliotecas, principalmente las de la comunidad de Madrid, esa es la única oportunidad que tienen mis libros para encontrar a sus lectores.
Incluso en el caso de haberlo visto en una librería, un lector es libre de leerse el libro antes de comprarlo, sobretodo en el caso de un álbum ilustrado, de leérselo de principio a fin. ¿Por qué entonces no iba a tener derecho un lector a leer el libro íntegramente en la página web del autor? ¿Por qué, si los lectores que frecuentan la página personal de un autor son con toda seguridad los más apasionados por su trabajo? ¿Por qué negrales aquello que les apasiona? ¿Por qué incluso en las webs de las editoriales no se pueden leer los libros, si con toda certeza la gente que las frecuentan son sus mejores clientes? ¿Por qué tratarles de ladrones? ¿Alguna vez fueron a una librería en la que les trataron de ladrones? ¿Volvieron?
Por supuesto que un libro en papel es mucho más agradable, sobretodo cuando el objeto final está cuidadosamente diseñado. Pero ¿es realmente mejor que si no es posible para un lector acceder al libro impreso se le niegue también bajo cualquier otra forma? ¿Realmente creen que habiendo leído el libro en formato digital ya no tiene sentido tenerlo en papel?
Aquí, en mi página web, no tengo que competir con nadie. En este espacio no hay nada que distraiga, nada compite por vuestra atención. Mis libros pueden estar perfectamente visibles y siempre disponibles, no importa la hora, no importa el lugar, no importa si viene una o diez mil personas a la vez. Esta es mi casa y me encanta tener invitados. Pasen y quédense todo el rato que quieran, cotilleen, cojan lo que les guste, siéntense a escucharme o cuéntenme algo y yo les escucharé. Les prometo tratarles bien porque ustedes vinieron a verme y eso me halaga y me hace feliz.
He abierto la posibilidad para los usuarios de pagarme lo que quieran, en forma de donativo, a cambio de las descargas. Pero sería ingenuo por mi parte pensar que eso me iba a dar beneficios. Hay raras ocasiones en las que esa persona tiene dinero y desea mostrarme su aprecio y su apoyo comprándome un libro, salvo que en muchos casos el libro está descatalogado o no se distribuye en su país. El botón de "donar" es para esas ocasiones, pero pueden ignorarlo y no sentirse unos desagradecidos. A mí la editorial ya me pagó por esos libros, no espero que me lleguen más liquidaciones por derechos de autor, no espero reimpresiones, no espero que lo vayan a vender en el extranjero. No tengo ningún reparo en que nadie se lo descargue gratis, por lo que a mí me consta, yo no estoy perdiendo dinero con ello.
Desconozco si soy el primer ilustrador en ofrecer sus libros en descarga. Desearía que no lo fuera, pero no he visto a nadie que lo haga (díganme si me equivoco). Pero de cualquier manera, desde aquí, me gustaría animar a otros autores a unirse a esta propuesta. Han pasado más usuarios por mi página web que todas las tiradas de todos mis libros impresos juntos, ¿cuándo fue la última vez que se podía llegar a un público tan amplio con tanta facilidad?
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Tu forma de pensar me parece maravillosa, hay cosas más importantes que el dinero. Conozco un sitio donde puedes difundir tus obras para que cualquier pueda disponer de ellas de forma gratuita, se llama My eManuals, no sé si te sonará...
ResponderEliminarGracias Helenita.
ResponderEliminarNo lo conocía, pero la verdad es que ya tengo un sitio donde cualquiera puede disponer de mis libros de forma gratuita: mi página web. No veo el interés de alojarlos en una tienda donde acabarán enterrados entre las novedades, como decía en el artículo, aquí no tengo que competir con nadie.